Nuestros barcos son muy estables y, con buena mar, es muy difícil marearse en ellos. Sin embargo, marearse en un barco es, probablemente, una de las peores experiencias que se pueden vivir. Lo que debe ser un día divertido y feliz, se convierte en una tortura que impide disfrutar, por ejemplo, de esa sensación de libertad que da sentir el viento en la cara cuando uno navega. Por eso si te decides a acompañarnos en nuestras salidas te dejamos unos buenos consejos, muy sencillos y fáciles de practicar.

¿Dónde me pongo si me mareo?
Lo mejor es que te ubiques en la parte delantera del barco. En la proa. Te ayudará fijar la vista en un punto del horizonte que no se mueva y la brisa en la cara. Lejos de olores de gasolina de motores y, esto es muy importante, nunca bajes al baño,si no es imprescindible. Hacerlo solo aumentará la sensación de mareo.
La noche anterior es mejor que descanses bien. No le robes el necesario descanso a tu cuerpo. Eso te hará más susceptible de marearte. Es preferible que no bebas alcohol ni la noche antes ni durante el trayecto, ya que eso hará aumentar la deshidratación y las posibilidades de ser una víctima más del mar. Cuando desayunes antes de zarpar, nada de grasas. Deberías evitar los huevos, las salchichas o el bacon y nada de zumos ácidos como el de naranja. Un buen desayuno serían las frutas no ácidas como la manzana, por ejemplo, plátano, pera, uva. Leche, pan, croissants, cereales, son una buena idea.
De todas maneras, hidratarse bien es el mejor consejo a seguir.
Pero bueno, si es el caso consulta a tu médico o farmacéutico, aunque también encontrarás muchas webs que te proporcionarán buenas ideas. Siempre nos quedará la famosa Biodramina. Un fármaco que se inventó hace 65 años, en plena segunda guerra mundial, para evitar que las tropas que iban a desembarcar en Normandía se marearan. Si les funcionó a ellos, no vemos porque no tiene que servirte a ti.